sábado, 19 de noviembre de 2011

El último TED prize llamado JR usa el arte para poner el mundo al revés

Las siglas TED (del inglés Technology, Entertainment, Design) enmascaran a una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mostrar ideas que valga la pena difundir. Esta asociación, que da un premio anual de 100.000 dólares con los que el ganador puede formular un deseo para cambiar el mundo poniendo en marcha algún proyecto de gran impacto, decidió que la idea de este año que más merecía ser divulgada era la del semi-anónimo fotógrafo parisino conocido como JR. Y es que sus proyectos dejan a más de uno con la boca abierta al mostrarnos su particular fórmula de arte. 

La obra de JR utiliza nada más que enormes fotografías en blanco y negro sobre papel, pegamento y las paredes de la ciudad como lienzo. En sus proyectos, trabaja con un equipo de voluntarios en distintos entornos urbanos. Sus obras se encuentran ya repartidas por todo el mundo. Las encontramos en barrios parisinos, en muros de Oriente Medio, en trenes africanos, en favelas de Brazil...Las imágenes, una vez pegadas en cualquier lugar de cualquier ciudad, se vuelven parte de ella y capturan la atención de los habitantes que empiezan a hacerse la pregunta de porqué esas fotos están allí. Y es que ese es el objetivo de los proyectos de JR, que a través de la curiosidad los ciudadanos puedan conocer las historias de los que aparecen en las imágenes. Según el artista lo único que le pide la gente a quienes les hace las fotografías es que "porfavor, haz que nuestra historia viaje contigo". JR define a las personas de la calle como los encargados de conservar sus obras de arte porque la llúvia y el viento las quitaran de todos modos, así que sólo si las cuidan conseguirán tenerlas más tiempo. Aun así, la permenancia de las obras no es de ningún modo su fin.

Estos son algunos de los proyectos artísticos en los que ha estado trabajando hasta el momento:

El primero tuvo lugar en su propia ciudad, París. En noviembre de 2005 hubo allí una gran oleada de disturbios, las calles ardían literalmente. Las imágenes de los medios eran tomadas desde fuera del barrio así que decidió disparar su cámara y pegar lo que había capturado con aquellos disparos en las paredes del barrio para mostrar la realidad. Un año después hizo cuatro reatratos de gente de Le Bosquet con caras de miedo representandose a ellos mismos de forma caricaturizada. Pegó aquellos retratos en la zona burguesa de París. 

 



















El segundo surgió a raíz del revuelo, aunque a día de hoy seguimos oyendo sobre él, causado por el conflicto de Oriente Medio entre palestinos e israelíes. Decidió ir a verlo con sus propios ojos dándose cuenta así de que el conflicto era un poco diferente de lo que los medios decían. Así nació Face 2 Face, un proyecto en que pegarían 2 retratos, uno al lado del otro, de una persona palestina y una israelí que trabajaran  de los mismo. Todos los fotografiados aceptaron cuando se les propuso la idea.



El tercer proyecto se puso en marcha a partir de la observación de las sociedades en desarrollo. JR se dió cuenta de que en esas sociedades las mujeres son los verdaderos pilares y quiso rendirles tributo pegando sus fotografías. Cada una tenía una historia que gritarle al mundo, la suya. Este proyecto les ha llevado, a JR y a sus voluntarios, a recorrer muchas ciudades de África, Brasil e Índia entre otras.


En África, los que entendían el proyecto se lo explicaban a los demás. Según afirma JR, oyó decir a un hombre en Kiberia: "Sabes, he estado aquí un par de horas tratande de entender, discutiendo con los compañeros. Durante este tiempo no hemos pensado en qué vamos a comer mañana. Eso es el arte".




En Brazil, más concretamente en el barrio de favelas de Providencia, las mujeres querían contar su historia. Puesto que JR no explica a los medios su plan sino que hace su proyecto y se va, consiguió crear puentes entre los medios y esas sociedades que venían a preguntarles directamente a las mujeres de las fotografías.



En la Índia era imposible pegar imágenes en las paredes dado que estaba terminantemente prohibido. Por ese motivo pegaron papel blanco con la imagen hecha con pegamento para que el polvo de la ciudad revelara las imágenes días después.

Su último proyecto, puesto en marcha este mismo año y en el que invertirá el dinero del TED prize responde a las siguientes palabras que dijo en la entrega de su premio: "Deseo que todos vosotros os levantéis por aquello que os importa mediante la participación en un proyecto de arte global, y juntos así poner el mundo... al revés". Se trata de un plan en que todos los interesados pueden participar. Tan solo han de subir una fotografía para revelar cosas del mundo en que vivimos, para contar su historia. La foto les será devuelta en gran tamaño por correo con instrucciones. No importa de quién sea la foto sino qué haces con las imágenes y qué generan cuando están pegadas. La información sobre este plan se encuentra en la página web: http://www.insideoutproject.net/.

Este semi-anónimo artista que asegura no estar relacionado con ningún patrocinador para tener así responsabilidad nada más que consigo mismo y sus sujetos, empezó a hacer fotografías a sus amigos graffiteros en las calles de París a las 15 años, cuando se encontró una cámara vieja en el metro. A los 17 empezó a pegarlas y enmarcarlas en color descubriendo la calle como un lugar mágico donde podía compartir su obra directamente con la gente y el papel y la cola como armas principales. De algo tan pequeño ha surgido algo tan grande y es que amenudo se nos olvidan las dimensiones que puede alcanzar el arte. JR lo define como algo que "puede cambiar la forma en que vemos el mundo. Precisamente porque no puede cambiar las cosas en sí hace que sea un lugar neutral para intercambios y discusiones."


AGRADECIMIENTOS: A Jonathan Azpur por descubrirme a este artista.




domingo, 13 de noviembre de 2011

Llega desde México un tesoro histórico en forma de maleta


El MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) expone por primera vez en España parte de los 4.500 negativos de la Guerra Civil Española escondidos en tres cajas distintas y redescubiertos en la década de los noventa en Ciudad de México. Se trata de fotos, algunas nunca vistas hasta el momento, hechas durante el conflicto que enfrentó a las dos Españas entre 1936 y 1939 y cuyos autores son el húngaro Robert Capa, la alemana Gerda Taro y el conocido como “Chim”, apodo del polaco David Seymour, todos ellos fotoperiodistas. La exposición se inauguró el mes pasado y permanecerá abierta al público hasta el 15 de enero del 2012.


La historia de la mítica maleta se remonta a 1940, momento en que los alemanes nazis entraron en París. En medio del caos de ese acontecimiento Capa confió el material a su técnico de laboratorio y colega, Weiss, que se llevó los negativos al sur de Francia. Allí se los entregó, después de comprometerse a llevarlo hasta alguna embajada lationamericana, a un individuo chileno. Al parecer, éste cumplió su promesa puesto que en 1995 reaparecieron. Los tenía en su dominio el cineasta Benjamin Tarver al haberlos heredado de su tía, amiga del que fue embajador en la Francia de Vichy, Francisco Aguilar González. Aún así, no fue hasta 2007 cuando las fotos llegaron al International Center of Photography of New York puesto que las negociaciones entre el hermano de Capa y el cineasta se alargaron durante 12 años.
La maleta mexicana. En las anotaciones de la tapa se explica qué
contiene cada negativo (tema y localización geográfica)
El reencuentro de este valioso material histórico ha contribuido a poder estudiar de nuevo el conflicto y ver en su contexto y secuencias originales algunas imágenes que ya se habían publicado en revistas y periódicos franceses, alemanes y americanos durante los años treinta. En la exposición, el conjunto de estos negativos, está expuesto en 32 ámbitos que corresponden a distintos aspectos de la Guerra. Encontramos materiales varios como, además de los negativos que muestran secuencias bélicas y retratos, planchas de contactos, números de revistas originales donde aparecen algunas de las fotos que hicieron los tres fotoperiodistas en su momento, un mapa que señala todos los lugares donde Capa, Chim y Taro atestiguaron la guerra a golpe de cámara, cartas de Capa, permisos de fotografía por parte de periódicos extranjeros y soportes audiovisuales como el noticiario de Capa y Taro The March of Time o el documental sobre la vida de voluntarios norteamericanos que vinieron a luchar por la República Con la brigada Abrahan Lincoln a España.
La última pared de la sala de exposición está ocupada por una frase de Albert Camus perteneciente al “prefaci” de su libro L’Espagne Libre: “Fue en España donde nuestra generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que hay veces en que el coraje no tiene recompensa. Esto es, sin duda, lo que explica por qué tanta gente, el mundo entero, siente el drama de España como una tragedia personal.” El arte y la historia han ido siempre cogidos de la mano y esta exposición es otro claro ejemplo de ello.



viernes, 4 de noviembre de 2011

Els ciutadans de Barcelona recorden els seus difunts

El dia de tots sants va celebrar-se, com cada any, el passat primer de novembre.  Les ganes de visitar els sepulcres dels éssers estimats que ja no estan van omplir els vuit cementiris amb què compta la ciutat de Barcelona. Va ser una processó de gent amb rams de flors i productes de neteja a on la crisi no es va fer notar.
L’origen d’aquesta tradició catòlica es remunta al segle IV. A Antioquia, es va assignar aquest dia per recordar a tots els màrtirs de forma col·lectiva, contràriament a com es recorda als sants als quals se’ls assigna un dia a cadascun. Tot i això, s’ha d’entendre per sant, en el dia de tots sants, tan aquells que hagin sigut canonitzats com a aquells que hagin arribat al “cel”.
Els vuit cementiris que té aquesta ciutat són: el de Collserola (1972), Montjuïc (1883), Les Corts (1897), Poblenou (1819), Sarrià (1922), Sant Andreu (1839), Sant Gervasi (1853) i el d’Horta (annexionat a Barcelona el 1904), que van omplir-se de vida. Familiars i amics van fer homenatge als seus difunts en un ambient que olorava a roses i crisantems i a on la mort semblava, paradòxicament, no estar-hi present. Sembla que els somriures li van guanyar a la mort, almenys per aquest dia, la partida. Hom diria que aquesta festivitat és el màxim exponent de l’art de recordar.